Estados Unidos ha estado tratando de reducir su dependencia de China en términos de chips de computadora, paneles solares y otros bienes de consumo durante los últimos cinco años debido a preocupaciones sobre la seguridad, derechos humanos y el control de China sobre industrias vitales. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, hay pruebas de que la relación económica entre las dos mayores economías del mundo sigue siendo fuerte, ya que muchos productos chinos siguen llegando a EE.UU. a través de otras naciones.
Si bien la administración Trump impuso aranceles punitivos y la administración Biden añadió restricciones más estrictas en la venta de tecnología a China, el panorama de las relaciones comerciales está en constante evolución. Gina Raimondo, la Secretaria de Comercio, se reunirá con altos funcionarios chinos, evidenciando la complejidad de la relación entre ambos países.
La reconfiguración de las reglas comerciales ha llevado a una disminución en la proporción de importaciones estadounidenses procedentes de China, con un aumento de las importaciones de otros países como Vietnam y México. Además, EE.UU. ha incentivado la producción nacional de ciertos productos, como semiconductores y paneles solares, lo que ha llevado a un aumento de la producción en el país.
No obstante, una investigación reciente sugiere que las cadenas de suministro de EE.UU. siguen dependiendo ampliamente de China, aunque de forma indirecta. Un estudio señaló que la proporción de las importaciones estadounidenses de China disminuyó al 17% en 2022 desde un pico del 22% en 2017. Durante ese mismo período, países como Vietnam y México han aumentado su cuota en el mercado estadounidense, supliendo más bienes como textiles y autopartes.
Las importaciones estadounidenses se alejan de China Aunque las estadísticas muestran una disminución en las importaciones estadounidenses desde China, la realidad sugiere una dependencia indirecta. México y Vietnam han aumentado sus importaciones de China y hay más inversión china en estos países. Esto podría indicar que las empresas están simplemente desplazando partes de sus cadenas de suministro fuera de China, utilizando países como Vietnam y México para finalizar productos que aún tienen componentes fabricados en China antes de enviarlos a EE.UU.
Relaciones entre China y Estados Unidos El presidente Biden ha destacado que su reciente cumbre no fue «anti-China», aunque Beijing podría no estar convencido. A pesar de los intentos de Washington por mejorar la relación con China, algunos estados de EE.UU. están tomando medidas para distanciarse económicamente de Beijing. Biden también ha firmado una orden ejecutiva que prohíbe nuevas inversiones estadounidenses en ciertas industrias tecnológicas chinas relacionadas con capacidades militares.
A pesar de estos esfuerzos de «desacoplamiento», los cambios en las cadenas de suministro han llevado a un aumento de precios en los bienes importados. La disminución de importaciones desde China ha llevado a un incremento en los precios de las importaciones de Vietnam y México. Esta reconfiguración podría estar contribuyendo a la inflación y, como señala Laura Alfaro, la dependencia de China probablemente no disminuirá.